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jueves, 25 de marzo de 2010

Agricultura de precisión: Una herramienta para el desarrollo del departamento


Tradicionalmente se identifica al Huila, en el ámbito nacional, como un departamento de neto perfil agropecuario, con una multiplicidad de climas y con los recursos naturales necesarios para la producción de casi todos los productos alimenticios.

Estas características lo proyectan en el marco nacional con un claro liderazgo como un abastecedor confiable de los mismos.
La producción agropecuaria a nivel nacional con destino a los mercados mundiales, se ha visto limitada por dos vías principalmente: la primera, por la competencia de los países desarrollados quienes han basado su estrategia de crecimiento del sector en fuertes estructuras proteccionistas y la segunda por la aplicación de una serie de políticas internas que restan incentivos a su crecimiento, lo que ha ido relegando la participación de Colombia en la producción y en el comercio de productos primarios y agroindustriales.
Es tiempo para que en el país entero y por qué no liderado por el Huila, se inicie de verdad un proceso de cambio tecnológico o innovación entendido como: “la capacidad de transformar un producto nuevo o mejorado que pueda ser introducido al mercado; o en un proceso nuevo o mejorado que pueda ser utilizado por la producción, la industria o el comercio; o en un nuevo enfoque para poder prestar un servicio social” (OCDE, 1994). Es decir, que para que el cambio tecnológico sea tal, debe existir un proceso que involucre no sólo a los que lo adoptan, sino también al resto de la sociedad y sus instituciones. Este proceso no surge sólo de la investigación, sino principalmente de la interacción entre ciencia, mercado y sociedad.
En Latinoamérica, solamente Argentina ha implementado el concepto de la Agricultura de Precisión, AP, cuyo mayor potencial es reducir los costos de producción, aumentar la productividad y dar un uso más eficiente de los insumos. En un sentido más amplio, la agricultura de precisión permite administrar los insumos en el tiempo y en el espacio, optimizar la logística de las operaciones en campo, supervisar el trabajo de los empleados, manejar los riesgos de la producción, vender productos diferenciados, proveer trazabilidad de los productos para consumo humano, y documentar los insumos aplicados para cumplir con reglas de protección ambiental.
La AP también tiene importantes beneficios sobre la sustentabilidad de la agricultura. Por ejemplo, puede reducir el uso de pesticidas, nitrógeno y otros agroquímicos en el suelo y en el agua.
¿Cómo se hace? La respuesta está en el uso de la tecnología de la información para adecuar el manejo de suelos y cultivos a la variabilidad presente dentro de un lote. La AP involucra el uso de sistemas de posicionamiento global (GPS) y de otros medios electrónicos para obtener datos del cultivo. La información obtenida puede usarse para implementar planes de manejo de la variabilidad. Junto a la biotecnología, la AP es uno de los cambios tecnológicos más importantes que ha vivido la agricultura en los últimos años.

Las técnicas de la AP más usadas en Argentina son el monitor de rendimiento y el sistema de guía por GPS (banderillero satelital), aunque la AP también incluye la densidad de siembra variable, la dosis variable de fertilizantes, el manejo localizado de plagas, los sensores remotos y muchas otras aplicaciones.
El primer paso para estudiar sus beneficios es demostrar que la AP es rentable; se hace necesario entonces vencer en el Huila varios desafíos y comenzar a formar nuestros agrónomos y economistas agrarios, en la recolección de información útil para el análisis sitio-específico, análisis de rentabilidad en el espacio y el tiempo, y en la interpretación de datos. Así mismo fortalecer las redes locales de investigación y experimentación adaptativa, ya que la agronomía y la economía de la agricultura de precisión son sitio-específicas.

Tomado de:

www.diariodelhuila.com

Descubren gen que permite al maíz tolerar sequías


Científicos de Monsanto Company y BASF revelaron que un gen que se encuentra naturalmente en bacterias puede contribuir a que las plantas de maíz toleren las condiciones de sequía y estabilicen sus rendimientos en períodos de escaso suministro de agua.

Las empresas declararon que usarán este gen en su producto maíz tolerante a sequías de primera generación, que está diseñado para proporcionar estabilidad en los rendimientos. Este producto será el primer cultivo del mundo tolerante a la sequía derivado de la biotecnología.

El anuncio llega en un momento en que estudios recientes, incluido uno realizado por la U.S. National Academy of Sciences [Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos], están alertando sobre una disminución en los rindes de los cultivos y una escasez de alimentos a nivel mundial como resultado del cambio climático.

Según un informe de la Organización para la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas que fue preparado por ministros del G-8, se espera que la cantidad y duración de los períodos de sequía aumenten, especialmente en áreas ya proclives a
la sequía.

Las empresas explicaron que el maíz tolerante a la sequía contiene el gen cspB, proveniente de Bacillus subtilis. El gen cspB codifica para una proteína “chaperona de ARN” moléculas presentes en la naturaleza, así denominadas por que se unen a los ARNs para facilitarles y proteger sus funciones.

El gen se identificó originalmente en bacterias sometidas a condiciones de estrés por frío e investigaciones posteriores demostraron que el gen cspB ayuda a las plantas a tolerar el estrés causado por la sequía. Los investigadores de Monsanto han publicado estos hallazgos en un artículo científico en la revista Plant Physiology.

En el maíz, el gen cspB trabaja ayudando a la planta a mantener su crecimiento y desarrollo en épocas de suministro insuficiente de agua. Si bien el maíz ha demostrado en los últimos años, por los avances en el mejoramiento genético y la incorporación de la biotecnología, una mejora sustancial en su estabilidad del rendimiento, la incorporación de este gen cspB mejora aún más este comportamiento ayudando a los agricultores a enfrentar regímenes de lluvias impredecibles.

"El desarrollo de este evento demuestra la fortaleza de nuestra sólida plataforma de descubrimientos, que está impulsada por nuestra constante inversión en investigación y desarrollo", dijo Robert Fraley, Director de Tecnología de Monsanto.

Científicos descubren métodos contra virus de tomate y melón



Investigadores de la Estación Experimental La Mayora, en Málaga, utilizan aditivos en las cubiertas de plástico para dificultar la visión de los insectos portadores.

Almería cultivó casi 900.000 toneladas de tomate y más de 165.000 de melón durante la pasada campaña agrícola, según los datos elaborados por el Servicio de Estudios de la Fundación Cajamar, lo que arrojó un valor que supera los 476 millones de euros.

Esta cifra da una idea de la importancia de la investigación dirigida por Enrique Moriones, que ha usado aditivos en las cubiertas plásticas de cultivos protegidos que dificultan la visión de los insectos portadores de los virus que infectan los cultivos de tomate y melón, reduciendo sus efectos, lo que se traducirá en un importante ahorro en las mermas de producción.

Moriones es investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y responsable del Laboratorio de Virología Vegetal de la Estación Experimental La Mayora del CSIC en Málaga.

Este investigador trabaja en enfermedades virales de importancia económica en las especies hortícolas propias de los cultivos intensivos del sur de España, tales como el tomate y el melón. Además, Enrique Moriones es el director de este centro de investigación en Málaga.

Desde finales de los años ochenta se han venido produciendo graves epidemias de virus transmitidos por la mosca blanca Bemisia tabaci en cultivos de tomate de España y el resto del mundo. Este es el caso de las epidemias ocasionadas por los begomovirus (familia Geminiviridae) causantes de la enfermedad del rizado amarillo del tomate que supone un serio factor limitante para la producción.

En los últimos años, los estudios que ha llevado a cabo este Laboratorio de Virología Vegetal se han concentrado en virosis, enfermedades provocadas por virus, que afectan a tomate y melón.

Tras más de una década de estudio, el grupo de investigación de Enrique Moriones ha podido delimitar los principales factores asociados con esta emergencia, al igual que el virus de la gripe que tiende a modificarse y variar año tras año, los virus que asolan los cultivos españolas actúan de la misma manera. En general, estos investigadores han observado una alta plasticidad de las poblaciones de estos virus en parte relacionada con su rápida capacidad de evolución a través del intercambio genético por medio de la recombinación, explorando nuevos espacios de secuencia y variabilidad genética.

Según Enrique, ya cuentan con resultados que reflejan la elevada capacidad de estos virus para adaptarse a nuevas condiciones ecológicas. Esto dificulta notablemente el control de las epidemias en los cultivos por lo que se han investigado estrategias que puedan combinarse en sistemas de manejo integrado que incluyen actuaciones a muy distintos niveles.

"Tenemos datos que indican que la incorporación de resistencia en la planta tanto al virus como al insecto vector, encargado de transportar a este virus, puede ser muy efectiva para el control de las epidemias aunque no suficiente. De ahí que la incorporación de medidas de manejo del cultivo puede ser básica" afirma el director de la Estación Experimental de La Mayora.

Entre las medidas que están aplicando está el uso de aditivos en las cubiertas plásticas de cultivos protegidos que dificultan la visión del insecto, puesto que estas cubiertas impiden el paso de la luz ultravioleta, o de la inducción de resistencia sistémica en planta, mediante la inoculación de compuestos se puede lograr cambiar las rutas bioquímicas de la planta consiguiendo que esta sea resistente a la infección por estos virus.

investigadores descifran receptor hormona aumenta resistencia plantas sequía

Un equipo de investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas han descifrado la estructura del receptor de una hormona que puede aumentar la resistencia de los cultivos de plantas a las situaciones de sequía.

Así lo ha informado hoy el investigador del CSIC, Pedro Rodríguez Egea,quien ha indicado que "el hallazgo permitirá desarrollar productos fitosanitarios más eficaces con moléculas sintéticas que mimeticen el efecto de la hormana ácido abscísico (ABA)".

Los investigadores ha conseguido elucidar la estructura tridimensional (a nivel atómico) de uno de los receptores, denominado PYR1, de la ABA.
Esta hormona es clave para que las plantas afronten las situaciones de sequía y los investigadores han conseguido describir cómo el receptor PYR1 interactúa con la fitohormona para desencadenar la respuesta de la planta al estrés hídrico.

El resultado, que aparece publicado hoy en la versión on line de la revista "Nature", favorecerá el desarrollo de moléculas sintéticas que mimeticen el efecto del ABA, superando las limitaciones del uso de esta fitohormona en agricultura, dado que es sensible a la luz y su síntesis química resulta cara. Con este trabajo se sientan las bases para identificar estas moléculas en el campo de la resistencia a sequía.

Como ha explicado Pedro Rodríguez Egea, que ha participado en el estudio, "estos resultados permitirán en un futuro plantear abordajes fitosanitarios, mediante el diseño de moléculas sintéticas que activen el receptor para que la planta responda al estrés hídrico y puedan ser aplicadas mediante pulverización ante situaciones de sequía".

En estudios anteriores, el grupo liderado por el investigador del CSIC había participado en el descubrimiento de los receptores de la fitohormona ABA (14 miembros de una familia génica). En esta investigación se ha trabajado con uno de los miembros de la familia, el receptor PYR1, del que se ha conseguido resolver su estructura atómica.

"Ello nos permite conocer las coordenadas atómicas del 'bolsillo' donde encaja la hormona. Con esta información estamos actualmente buscando moléculas sintéticas que encajen en esas coordenadas o espacio atómico (solamente aquellas que encajen activarán el receptor y desencadenarán la respuesta hormonal), ha indicado el investigador.

"Potencialmente, ha precisado, algunas de esas moléculas pueden ser agonistas sintéticos que activen la ruta de señalización de la hormona, para que la planta consiga resistir la sequía". La investigación se ha desarrollado por el grupo de trabajo del CSIC dirigido por Pedro Rodríguez en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (CSIC-UPV) y por un equipo de investigadores liderado por José Antonio Márquez, en el Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL), con sede en Grenoble.

Crean arroz que puede vivir bajo el agua


Un grupo de investigadores en Bangladesh aseguran estar a punto de conseguir tres nuevas variedades de arroz resistentes a las inundaciones anuales. Este descubrimiento podría suponer un gran avance en la alimentación de millones de personas.

Una de estas variedades ya se está cultivando en los campos de India con buenos resultados y las otras dos, una vez finalizada la investigación, lo harán en 2010. La mayoría de variedades de este cereal mueren después estar dos o tres días sumergidas.

Sin embargo, según los científicos del Instituto para la Investigación del Arroz de Bangladesh, las nuevas variedades podrían resistir más de dos semanas bajo el agua. Este hallazgo podría cambiar muchas cosas en el cultivo del arroz y en la alimentación de millones de personas que dependen de este cereal.

La mayoría de los años, más del 20% del territorio de Bangladesh, al nordeste de India, queda completamente inundado. Como consecuencia, se pierden millones de toneladas de cereal. "Más de dos millones de hectáreas de cultivos se ven afectadas por las inundaciones. Si consiguiéramos reducir este impacto, en Bangladesh estaríamos más cerca de la autosuficiencia alimentaria permanente", aseguró a la BBC Khandakar Iftekhar-ud-daula, a cargo de la investigación.

Por otro lado, estas nuevas variedades podrían ayudar a muchos países a reducir los efectos del cambio climático, ya que se espera que las inundaciones sean cada vez más frecuentes. "En la mayor parte del sur y el este de Asia, el arroz es la base de la alimentación. El 70% de las calorías de la dieta en esa región procede del arroz y entre el 70% y el 80% de los agricultores se dedican al cultivo de este cereal", informó desde Dhaka el reportero de la BBC Mark Dummett.

En este proyecto colaboran científicos de muchos países y, según los investigadores, las nuevas variedades se están consiguiendo a través de cruces, no de modificaciones genéticas. Anteriormente, los científicos ya consiguieron variedades resistentes al agua salada, que pueden ayudar a los agricultores ante la subida del nivel del mar.

Sólo 40% de latinoamericanos tiene acceso a agua potable: FAO


Efe | Santiago de Chile, Chile | Publicado el 22 de marzo de 2010

Sólo un 40 por ciento de los habitantes de Latinoamérica tiene acceso al servicio de saneamiento del agua, y sólo el 13 por ciento de las aguas servidas (residuales) son tratadas adecuadamente, según informó este lunes la FAO con motivo del Día Mundial del Agua.

América Latina, que representa apenas el 15,2% de la superficie de tierras del planeta y donde habita el 10% de la población mundial, recibe en términos absolutos el 30% de las precipitaciones a nivel mundial y cerca del 42% del agua dulce del mundo.

Además, la región posee una significativa disponibilidad de agua: 28.000 metros cúbicos de agua por habitante y por año, según el comunicado difundido por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

Pese a ello, sólo cuatro de cada diez ciudadanos dispone de acceso al servicio de saneamiento de agua.

"En una región que alcanza un índice de urbanización del 87%, la contaminación del agua, tanto por el consumo humano como por la producción agrícola y ganadera, es unos de los temas que necesita atención inmediata de los gobiernos nacionales y locales", señaló Jan Van Wambeke, oficial de Tierras y Aguas de la oficina regional de la FAO, con sede en Santiago de Chile.

Por ello, la FAO está realizando un estudio de sistematización de las experiencias exitosas de tratamiento de aguas servidas para la producción agrícola a pequeña escala.

"Es de capital importancia compatibilizar la garantía en el suministro de agua para riego, amenazada en numerosos contextos por el incipiente cambio climático, y la adecuada gestión de las aguas servidas, con la inocuidad de los alimentos y las máximas garantías de salud para los agricultores y la población en general", agregó Van Wambeke.

A nivel global, cada año 1,5 millones de niños mueren en todo el mundo debido a enfermedades que se propagan por el agua.

Además, cada día 2 millones de toneladas de aguas residuales sin tratar y de desechos industriales y agrícolas se vierten en los sistemas hídricos del mundo, siendo los pobres los primeros y más afectados por la contaminación y la falta de saneamiento adecuado.

En total, se estima que más de 2.500 millones de personas viven sin un sistema adecuado de saneamiento.

El problema es más grave en los países en desarrollo, en los que más del 90% de los desechos sin procesar y el 70% de los desechos industriales sin tratar se vierten en aguas superficiales, como advierte el folleto informativo oficial difundido por la ONU.

La celebración del Día Mundial del Agua, que este año se centra en fomentar su calidad, invita a la sociedad civil y a los Gobiernos a unir esfuerzos para asegurar el derecho al agua de las poblaciones y promover campañas de sensibilización y de eficiencia.

Tomado de:

www.elcolombiano.com


En Plaza La América crece comida en terrazas


ES UN MODELO de plaza ecológica integral que se abrió a la comunidad a través del proyecto de ecohuertas en sus terrazas. Allí aprenden de conservación y de cómo aprovechar los residuos, en mínimos espacios, para cultivar alimentos y hacer nuevos artículos.

Lilliana Vélez De Restrepo | Medellín | Publicado el 18 de marzo de 2010


El uso de energía solar, el aprovechamiento de las aguas lluvias, la instalación de orinales secos, la transformación de residuos orgánicos y el proyecto de ecohuertas confirman la vocación ambiental de la Plaza de la América.

No en vano ha recibido innumerables premios por una gestión ambiental que adelanta desde hace 10 años "por convicción y por responsabilidad social" para con la comunidad y el planeta.

Así lo explica su gerente, César Augusto Cimbaquiva, un convencido de que todos podemos aportar a la protección y conservación de los recursos naturales a través del buen uso y el aprovechamiento que les demos.

"Es una responsabilidad de todos y trabajando en equipo se logran grandes ahorros que benefician al planeta", señala.

Gracias a la instalación de paneles solares el pasado mes de diciembre, el ahorro en gasto energético ha sido del 12 por ciento. Además, y aunque César Augusto no tiene el porcentaje exacto, el ahorro también se ha visto reflejado en las cuentas del agua gracias al uso de la lluvia, que recogen y utilizan para los baños y la limpieza.

El modelo de plaza ecológica integral ha permitido, en convenio con el Área Metropolitana, desplazar poco a poco prácticas indebidas como la venta de fauna y flora silvestres, tierra de capote y musgo.

Así mismo, ha sido un aliciente para adelantar el proyecto del Centro Ambiental Integral (AMI), un edificio con principios bioclimáticos cuyos planos ya están listos (a cargo de Portafolio Verde) y en espera de podérselos vender al Municipio.

Participativa
La filosofía ambiental en la Plaza de la América va más allá de sus muros.

Desde el año pasado acogió a una ambientalista y experta en agricultura urbana para que desarrollara las ecohuertas en las terrazas de la plaza.

Hoy son todo un centro de aprendizaje, de producción de alimentos, abonos e infinidad de artículos que producen a partir de los residuos sólidos.

"Este proyecto ha permitido que muchas personas tomen conciencia ambiental y contribuyan con su tiempo y su trabajo a producir alimentos a partir de lo que muchos consideran basuras", explica Silvia Sánchez, la especialista.

Allí tienen también lombricultivos para la producción de compost, huertas caseras en las que cultivan lechugas, rábanos, zanahorias y aromáticas; cultivo de plantas y transformación de residuos en objetos útiles.

Tienen venta de todos los productos, frescos y procesados y con el dinero de las ventas desarrollan nuevas líneas de trabajo.

Los resultados de este proyecto ambiental productivo ya se empezaron a ver. El año pasado ganaron el segundo puesto en la convocatoria de Medellín Florece y con los cinco millones de pesos que recibieron, pudieron mejorar la infraestructura en las terrazas. "Lo ambiental sí paga y eso nos ayuda a proteger nuestros recursos", dijo Silvia.

» Contexto


1. Una de las novedades de la ecohuerta es el horno solar que desarrollaron para secar plantas aromáticas que luego venden en polvo.

2. Además de producir abono orgánico producen otro líquido, concentrado, ideal para fumigar. En la ecohuerta venden los productos.

3. Margarita y Lucía Moreno de Girón hacen parte del grupo de amas de casa que aprende y cultiva lechugas, rábanos y aromáticas.

4. Aquí nada se pierde, ni siquiera el plástico y el papel, que laboriosas mujeres transforman en artesanías y bolsos, entre otros.

Tomado de:

www.elcolombiano.com


Se derrite el nevado del Ruiz



LOS CÁLCULOS SUGIEREN que al Nevado le quedan unos 10 años de vida máximo. Los demás glaciares siguen el mismo camino.

Ramiro Velásquez Gómez | Villamaría | Publicado el 22 de marzo de 2010

No se ven las caicas, graciosas avecillas que andan en brincos, que no subían mucho más allá de los 3.000 metros y hoy se aventuran hasta las Brisas, el campamento a 4.136 metros que sirve de puerta de entrada al Parque Nacional Los Nevados, una gran extensión de 58.300 hectáreas que cobija además los nevados del Tolima y Santa Isabel.

Los manojos de espartillo que aislados comienzan a conquistar un área que les estaba vedada por los 4.500 metros dicen muy pronto que algo no anda bien.

El nevado del Ruiz está seco, caliente y se descongela. No ha llovido. En febrero cayeron 11 milímetros de lluvia, dice Juan Bernardo de la Cruz, un manizalita que trabaja en la concesión del parque. La primera semana de marzo sólo llovió sábado, informa Leticia Garzón, guía aquí desde hace 15 años.

La expectativa es grande para recorrer deprisa los 11 kilómetros que separan de El Refugio, situado a 4.816 metros, pero hay que ir con calma para que los males que la altura regala no se presenten.

"La temperatura puede estar por los 14, 15 grados", expresa de la Cruz. No era tan alta en los veranos de antes. Y en invierno desciende a -1 o -3 grados, no tan baja con en un pasado no muy lejano.

Superadas las 14 curvas que arañan en zigzag la montaña a un lado del cráter de La Olleta, el Ruiz queda al frente. Al fondo, como una hormiga que se hace grande, El Refugio, último escampadero hasta donde llegan los autos.

La vista es desoladora. El Ruiz ha perdido mucha masa glacial, un proceso acelerado por el intenso verano de los últimos tres meses. Le quedan menos de 7 kilómetros cuadrados de glaciar. Las esperanzas de que supere esta década no son muchas, a juzgar por el último reporte de los científicos Germán Poveda y Ketty Pineda, de la Universidad Nacional presentado en Advances in Geosciences.

No sólo es el Ruiz. El del Tolima y Santa Isabel tienen también los días contados, como los demás glaciares nacionales.

Un estudio de Ceballos y colegas en 2006 halló que en los pasados 50 años los glaciares perdieron 50 por ciento de su área, acelerándose el encogimiento en los últimos 15.

Eran 60 kilómetros cuadrados de masa glaciar en 2002, 55,4 en 2003 y menos de 45 en 2007, llegando el borde más bajo hasta los 4.700 a 4.900 metros.

El ascenso de El Refugio al límite bajo del glaciar, a 5.125 metros, no tiene más de 1.500 metros, pero ascender esos 300 metros de altura toma cuando menos 45 minutos para visitantes con buen estado físico o hasta dos horas para los sedentarios.

Al asomarse a un pequeño descanso en el que al fondo hay una especie de caseta de palos amontonados, se aprecia en su magnitud el derretimiento.

"El nevado está llorando", comenta Leticia, indicando cómo llaman los guías al acelerado fenómeno.

El Ruiz tenía 14,06 kilómetros cuadrados en 1989 y 8,66 en 2004, perdiendo 38 por ciento, con un promedio de 360.000 metros cuadrados al año, situación que la actividad volcánica reducida acrecienta, de acuerdo con el estudio de Poveda y Pineda.

Al lado derecho, de cara al nevado, aparece la masa glaciar. Tiene poco espesor. El agua corre a borbotones, bien superficial, bien debajo de la escarcha que se adelgaza con el paso de las horas o entre fisuras que se profundizan metro a metro. A esa zona no se podía acceder hace tres años, cuando EL COLOMBIANO estuvo en el mismo lugar. Sólo los más avezados podían encaramarse en el entonces grueso hielo.

La llovizna que de repente se unió en la escalada, convertida en delgadísimos copos a los 5.125 metros, cesó. El Sol vuelve a aparecer y acompaña el descenso. Al emprenderlo, se divisa un paisaje desolador: una enorme montaña pelada de variados tonos cafés.


» Contexto

No hay mucho por hacer para detenerlo

¿Qué posibilidades les quedan a los glaciares? Los estudios presentan una relación entre retirada y aumento de la temperatura de casi 1 grado en los últimos 30 años en las zonas de glaciar.

Se retraen por eso, no porque llueva menos. La amplitud del ciclo diurno de temperatura en el país muestra señales de intensificación debido al calentamiento global y a El Niño. Este fenómeno se presenta cada vez con mayor frecuencia con respecto a La Niña, que trae más lluvias, de acuerdo con Poveda y Pineda. Se puede estar dando, además, menor ocurrencia de nevadas en las partes altas, lo que impide que se forme masa glaciar.

Los glaciares colombianos tuvieron hace 35.000 años su máximo, llegando hasta los 3.000 metros sobre el nivel del mar y cubrían 17.109 km2. En 1850 alcanzaron 374 km2 y llegaban a los 4.000-4.200 metros.

Varios han perdido el equilibrio y se sabe que disminuyen al alcanzar cierto tamaño crítico. Hoy se pierden 3 km2 de masa glaciar al año. Los glaciares serán, más pronto que tarde, pasado. "Es un proceso que viene desde hace varias décadas", según Jorge L. Ceballos, citado por un informe de la U. Nacional, al recordar que ocho glaciares desaparecieron en el siglo pasado; como el Quindío, el Galeras, el Puracé y el Sotará.

Tomado de:

www.elcolombiano.com

Nuevo enfoque Agro-tecnológico para aminorar el Riesgo


Hernando A. Pabón P

Siempre hemos sostenido que el sector agroalimentario es vital para cualquier economía, es el negocio más grande del mundo pero a su vez tiene el más alto índice de riesgo, tanto para países ricos como pobres.

El riesgo de fracasar con un negocio en la agricultura, es la suma del entorno económico y social, el cual para países emergentes se hace todos los años más negativo en lo rural, y el inclemente cambio climático que hace impredecible adecuar un modelo rentable en cualquier explotación agropecuaria, un triste ejemplo; las heladas de enero en Cundinamarca y el intenso verano en todo el país.

¿Cómo aminorar el riesgo? Lo tradicional ha sido la protección, los subsidios, las regulaciones, los estímulos a las exportaciones, las economías de escala, el desplazamiento a otros sectores, el cierre o apertura de importaciones, etc., etc.

Cuando los que trabajamos y vivimos del sector, hacemos conscientemente un balance de la últimas décadas, con relación al desarrollo del negocio agropecuario en Colombia, sumando y restando, hay mas perdidas que ganancias. No se ha podido explotar más del 25% del potencial real y todos los subsectores padecen de una recurrente y cíclica crisis. Es decir, todos los modelos aplicados o probados, no han funcionado. Hay excepciones exitosas pero en general hay fracaso.

Si miramos lo que está pasando en el mundo agrícola, de manera global, se encuentran muchos ejemplos agro-empresariales rentables y sostenibles en el tiempo, que tienen siempre un común denominador, un avance tecnológico adaptado a cada condición económica y a cada sistema agronómico.

Algunos ejemplos: Los invernaderos climatizados holandeses, las cosechadoras de tubérculos como la papa en Alemania, los sistemas de regadío en Israel, la papaya transgénica en Hawái, los sistemas de arroces orgánicos en Tailandia y Malasia, el mejoramiento en ornamentales de Nueva Zelandia, el desarrollo de fermentos vegetales para la alimentación de animales en Austria, las hortalizas hidropónicas con explotación de pescado en China, el cultivo de algas en el mar del norte para extracción de hormonas vegetales, el uso de nutracéuticos para la protección de cultivos en Japón y finalmente, los avances en homeopatía vegetal en varios institutos de investigación en Estados Unidos y Europa.

Un nuevo enfoque para aminorar los riesgos de la agricultura convencional para producir alimentos, puede ser un cambio drástico en la inversión pública y privada para la investigación, desarrollo tecnológico y capacitación en todos los niveles de la empresa agropecuaria.

Por décadas Colombia abandonó su inversión en el mejoramiento de la producción de cultivos claves y nuevos, los sistemas de producción agropecuaria no han avanzado al ritmo del cambio climático, la eficiente explotación de nuestros mayores recursos suelo y agua no se ha logrado, los agricultores colombianos usan insumos importados que ya no existen en los países que los producen.

Yo fui un orgulloso investigador del Instituto Colombiano Agropecuario, hace tres décadas, trabajamos en un grupo multidisciplinario para el mejoramiento en la producción de arroz: ICA-CIAT-FEDEARROZ, y aunque nos quejábamos por falta de más recursos, hoy añoramos, esos tipos de convenios para la investigación y el mejoramiento de la producción.

Para aminorar el riesgo de cualquier inversión en el sector agropecuario, se necesita una abundante inversión en investigación, desarrollo de tecnologías y un sistema de transferencia de esa tecnología con intensiva capacitación, de lo contrario perderemos la gran oportunidad de ayudar a alimentar un planeta, ávido de alimentos sanos, limpios y con valor. Busquemos de manera urgente, un desplazamiento de la ciudad al campo con inversión y desarrollo social. Como dijo el Banquero Hindú, Premio Nobel de la Paz, ¨podemos hacer dinero y también cambiar el mundo¨.

Tomado de:

http://www.larepublica.com.co/archivos/OPINION/2010-02-01

GALERIA DE IMAGENES

Talento del Mes

PRODUCTOS NATURALES Y SALUDABLES DESARROLLA DESCOL

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Cubos elaborados con cilantro, cúrcuma, jengibre, orégano, entre otros, cuya función principal es desarrollar un potencializador de sabor que remplace el Glutamato Monosódico, compuesto de síntesis química el cual representa complicaciones para la salud pública al generar a corto y largo plazo problemas de tipo alergénicos y cancerígenos, además de ser esta la innovación también provee de color y sabor a todos los alimentos es la propuesta saludable que Descol, empresa productora, transformadora y comercializadora de productos naturales, ofrece a la comunidad.

Juan Camilo Romero Gonzales y Soraida Buitrago Henao, talentos TecnoParque van más allá del proceso de deshidratación que hasta ahora se maneja en el mercado de los condimentos, para dar una nueva opción alimenticia que responda a las necesidades del consumidor actual, de ingerir alimentos sanos y naturales.

Este producto innovador sustituye los tradicionales caldos elaborados con insumos químicos y es amigable con el medio ambiente, ya que cuenta con mecanismos de producción limpia y no genera residuos contaminantes.

Además de los cubos sazonadores planean incursionar en el mercado con mieles saborizantes 100% naturales. Estos dos productos ya cuentan con pruebas de laboratorio para establecer sus estándares de calidad y el prototipo con que se presentaran en el mercado. Igualmente han definido canales de comercialización y estrategias de mercadeo.

Este trabajo lo han hecho con el acompañamiento de las líneas Agroindustria y Biotecnología y la línea de Talentos y Negocios del Nodo Manizales. ”Es muy importante que las personas que tengan ideas se acerquen a TecnoParque y puedan conseguir recursos para llevar a cabo sus proyectos”, expreso Soraida.

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