Leonor Gómez está decidida a invertir un dinero en la siembra de tomate en Sutamarchán (Boyacá). Sin embargo, no sabe si hacerlo a campo abierto o en invernadero.
Sus dudas se centran en los pros y contras de cada sistema, el periodo de producción, los recursos que debe destinar, los cuidados especiales y la rentabilidad final.
Jorge Jaramillo Noreña, ingeniero agrónomo y líder Nacional de la Red de Hortalizas de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Corpoica), responde las inquietudes.
¿Antes de tomar la decisión de sembrar a campo abierto o en invernadero qué se debe tener en cuenta?
Es recomendable considerar las ventajas y desventajas de las dos alternativas. Por recursos y pensando en tener una explotación pequeña, es evidente que es mucho más favorable sembrar a campo abierto, pero el riesgo es mayor y las productividades son menores. Por ventajas competitivas lo mejor que puede hacer es establecer y producir bajo condiciones protegidas.
¿El tiempo de producción cambia?
Los trabajos desarrollados, a nivel de investigación, nos permiten observar que generalmente el cultivo bajo invernadero presenta mayor precocidad, ya que se mejoran las condiciones agroclimáticas óptimas para el cultivo. A campo abierto se puede acortar mucho su ciclo productivo debido a problemas de plagas, enfermedades o condiciones extremas como altas o bajas temperaturas, humedades relativas y lluvias intensas.
En clima frío, bajo invernadero, la floración inicia alrededor de los 25-30 días, después del trasplante; la primera cosecha se da a los 90 días, también después del trasplante en promedio. Dependiendo del número de racimos que se cosechen, se puede alargar o acortar el ciclo. Un cultivo llevado a 10 racimos tiene una duración entre 6 y 7 meses. Llevado a 14-16 racimos dura entre 9 y 10 meses. A campo abierto el ciclo del cultivo se acorta a cinco meses aproximadamente.
¿Qué ventajas tiene el invernadero?
Protección contra condiciones climáticas extremas, obtención de cosechas fuera de época, mejor calidad, preservación de la estructura del suelo, siembra de materiales seleccionados, aumento considerable de la producción, ahorro en costos, disminución en la utilización de plaguicidas y aprovechamiento más eficiente del área de cultivo,
entre
¿En cuál tengo que invertir más?
Si se quiere establecer el cultivo bajo invernadero, la inversión es mayor. En este caso, depende el tipo de estructura a construir. El metro cuadrado de un invernadero tradicional (en guadua o madera inmunizada) cuesta alrededor de 12.000 a 20.000 pesos. El invernadero con estructura metálica, en acero galvanizado oscila entre 30.000 a 34.000 pesos. Adicional se requieren otros elementos como sistemas de riego por goteo, equipos de monitoreo de temperatura y humedad relativa, entre otros.
¿Cuál sistema demanda mayores cuidados y tiempo?
El sistema de producción bajo condiciones protegidas demanda mayor cuidado y tiempo, debido al monitoreo constante que se le debe seguir al cultivo, pero a la vez se obtienen más beneficios y rendimientos y si se aplica el concepto técnico apropiado. Además, puede rebajarse la utilización de agroinsumos.
¿Qué debo tener en cuenta para el control de plagas?
El cultivo requiere monitoreo constante de las condiciones ambientales dentro del invernadero para un mejor control de plagas y enfermedades y del desarrollo productivo. Esta práctica se debe realizar constantemente y es factor fundamental para contrarrestar no solamente plagas sino también problemas de deficiencias o excesos de nutrientes o enfermedades. Cuando se trabaja bajo invernadero se recomienda implementar un control diferente al químico, claro que hay problemas que dependen de los agroquímicos para su control.
Y las técnicas de riego…
Cuando se hace la inversión del invernadero, lo ideal es que también pueda equiparse con un sistema de riego por goteo que permita optimizar las ventajas competitivas de este sistema. El goteo es el método más eficiente en el cultivo, en términos de productividad y calidad, con un aprovechamiento del agua entre 90 y 95 por ciento.
¿Qué es más rentable?
En cuanto al proceso de cosecha utilizado, en los dos sistemas, es lo mismo. Aquí lo que cambia es la calidad y la cantidad de producto cosechado. En invernadero se obtiene generalmente frutos de mayor tamaño, color, sabor y textura.
En cuanto a productividad, esta depende del material sembrado, de las condiciones optimas del cultivo bajo del invernadero y del manejo agronómico. Se tienen experiencias de producciones que alcanzan hasta los 15 kilos por planta, mientas en campo abierto pueden estar entre 4-5 kilos, con alta dependencia de insumos.
¿Cuáles son las variedades más apropiadas?
La producción de tomate bajo invernadero se basa principalmente en la siembra de variedades híbridas. Estas semillas son desarrolladas por mejoradores genéticos. Las ventajas de estas son alto vigor, buena uniformidad, alta producción y calidad, incluso, a algunas se les ha incorporado resistencia a enfermedades.
Mejor seleccione semillas certificadas
El productor debe comprar semillas certificadas, producidas por compañías acreditadas y empacadas apropiadamente con su respectiva etiqueta donde se incluya las características del material y las condiciones de almacenamiento de la semilla. Además, que hayan sido evaluadas con relación a su rendimiento y productividad en las condiciones agroecológicas donde se va a sembrar. Es muy importante tener en cuenta las necesidades del productor, del comercializador y del consumidor, al momento de elegir un híbrido o una variedad específica, bien sea tipo chonto, milano, milano larga vida o cherry. El material para sembrar será aquel que reúna todas las exigencias, de cada agente de la cadena de producción.
Experiencia del consultor
El experto que respondió las preguntas de este consultorio es Jorge Jaramillo Noreña es ingeniero agrónomo de la Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín, con una maestría en Entomología de la misma institución. Cuenta con 19 años de experiencia en trabajos con hortalizas de clima frío moderado. En la actualidad, es investigador agrícola de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Corpoica), en el Centro de Investigación La Selva, ubicado en Rionegro, Antioquia. También se desempeña como líder Nacional de la Red de Hortalizas de dicha Corporación.
Cuidados especiales
Estas recomendaciones son claves para obtener éxito en un cultivo bajo invernadero:
1. Iniciar el cultivo con plántulas de excelente calidad.
2. Maximizar la fotosíntesis de las plantas brindando las condiciones ideales de luminosidad, temperatura y humedad.
3. Asegurar la calidad y tamaño del fruto mediante adecuada fertilización y poda.
4. Facilitar consumo de agua.
5. Realizar periódicamente análisis físico-químicos del suelo y análisis químico del agua de riego.
6. Eliminar restos vegetales del cultivo anterior y malas hierbas.
7. Usar variedades adaptadas a las condiciones agroecológicas de la región.
Publicado por: http://www.larepublica.com.co
Me ha gustado la información, tenemos un cultivo de campo y queremos empezar a plantar algunos tomates, lo regaremos abundantamente como comentas. Gracias por la ayuda
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